para Javier Lostalé
Amé los fuegos,
la brasa del peligro,
la belleza y la aventura
porque son la música del mundo.
Amé las señales grabadas, la niebla de los besos,
el amanecer de un día, un cuerpo, una ciudad
por el cristal roto de los sueños
ir y venir a la rosa de la eternidad,
su humo mojado de tacto y corazón,
su perfume de talco imperturbable
sosegado en el espejo de la mente.
Amé la ventana de la ilusión,
el pájaro de frágil vuelo,
la quietud opaca del olvido,
la grieta del no, la lumbre del recuerdo,
el primer amor con su bruma por rostro,
la cometa que vuela en el cielo de mi vida,
la mano que enciende algo en nuestro interior,
las palabras que abren el corazón,
los rostros que me besaron,
el cielo siempre distinto,
la hija que crece,
la esposa que cuida, con íntimo afán,
un jardín sin sombras que no empaña el tiempo,
este caminar, poesía, país elevado, pies descalzos,
huellas que el mar borrará,
yo os amé
en la estación total.
Fotografía de Juan Sánchez Amorós
Y así, seguimos andando
ResponderEliminarcurtidos de soledad
y en nosotros nuestros muertos
pa que nadie quede atrás.
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar
y una novia muy hermosa
que se llama ¡Libertad!
Atahualpa Yupanqui