Fluye con la vida, acepta lo que llega,
deja que se vaya lo que se va,
no temas, no dividas, no separes,
lo que quieras fuera
hazlo primero crecer en tu interior,
pues el mundo es como tú lo haces,
mira lo falso como falso,
aprende de las ambiciones de los demás
y sálvate a ti mismo de ellas,
extiende para todos tu alegría serena
y tranquila,
permanece atento,
observa tus contradicciones, tus deseos, tu
pensamiento,
cruza con el corazón
los abismos que inventará tu mente,
la felicidad no está en lo que cambia,
la felicidad no está en lo que pasa,
deja de mirarte el ombligo,
no veas tus problemas como problemas
y tus problemas se disolverán,
ve a los demás como reflejo de ti mismo,
practica la empatía con tu vecino
así alejarás el sufrimiento de tu propia puerta,
no seas indiferente al dolor de los demás,
no siembres dolor y el dolor no crecerá,
no llames a nada tuyo, no tengas nada, no seas nada,
practica un desapego afectuoso,
no dejes que tu mente se agarre a nada,
da sin pedir ni esperar,
toda existencia es tu existencia,
toda conciencia es tu conciencia,
toda aflicción es tu aflicción,
todo gozo es tu gozo,
comprende todo lo que entre en conflicto contigo,
crece, aprende, sálvate de la ilusión de ti,
sólo el amor permanece
y en él no hay extraños, no hay dos,
ni distinción, ni separación,
ni espada que lo corte.
Ojalá estas instrucciones tan sabias viajen lejos. Y despierten la conciencia de los que aplastan sin piedad e indiferente al ser humano
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