documentos de pensamiento radical

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lunes, 24 de abril de 2023

LAS HORAS DE VEGUETA

 



 

Nada sucede al azar

¿Acaso todo es signo 

cuando ya todo se encamina al regreso?

 

Hablar a los ausentes.

 

Nombrarte y llegar al vacío.

Como si sólo el decir fuera sortilegio,

un hilo de luz, algo vivo,

las horas transcurridas,

lo nunca dicho,

lo que se hace palabra imposible:

gravedad, peso, signo.

Sentido

- apenas soportable.

 

Lo irreparable, la disolución,

el olvido, el tenaz esfuerzo

por llegar a tu ausencia.

La escala rota, el vencimiento,

este inexplicable dolor de no conocerte,

de sólo inventarte

con retazos de mundo, como ciego

palpando el silencio.

 

Sólo soñarte.

En tu isla,

en mi infancia, en la tuya.

 

Sólo imaginarte.

Ausente de figura.

Hecha signo. Palabra. 

 

Sabes que nada sucede en vano.

De isla en isla

el mar escribe tu historia,

el mar borra tu historia.

 

¿Dónde fuiste tú?

¿Qué infancia habitaste?

 

Desconocida, perdida en la luz,

en este sosiego de calles desiertas,

cerradas celosías, palacios

de un tiempo inmóvil, detenido,

tuyo por frágil y hermoso.

En esta luz descendida como pausa,

consuelo y herida, en este aire

de asombro, este vuelo, esta caricia

del tiempo. Tú, inexistente, que envuelves

y que ahora regresas.

Alegoría.

Semblanza oculta.

 

¿Dónde fuimos nosotros?

¿Qué paisaje permanece, nos nombra?

 

Rescatar fragmentos, pedacitos,

lo que tal vez fuiste y que el azar

-¿o es amor transmutado en gesto?-

dibuje de nuevo el tiempo compartido.

 

Minúsculos cristales de colores,

cuentas infinitas del cuento

que hila el olvido y la permanencia.

Hasta que gire de nuevo el mar,

la isla, la calle que desciende.

Y el azar o esta claridad, esta luz herida de Vegueta,

este acorde de infancia,

dibuje el tiempo, la música que un día fuiste.

 

De isla a isla

nada se escribe

salvo tu ausencia.

 

Huella. Rescoldo.

Nada queda

salvo la lejana memoria de lo que fue.

El pequeño dolor de no recordarte ya.


Antonio Crespo Massieu. El dolor que amamos. Ed. Bartleby, 2022

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Precisión, contención, suavidad... Me gusta mucho. El poema transporta a un lugar diferente de la tristeza, más bien a la melancolía y luego a la serenidad.

    (He leído con todo el cuidado y atención de que soy capaz)

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  3. Lo comparto!! A mi me sucedió lo mismo... es la magia de Antonio Crespo Massieu

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