Injusticias
Hay pobres que también roban.
El otro día nos levantaron el pomo de latón
de la puerta de La Atalaya, un hurto
verdaderamente miserable.
Hay pobres que también roban, como digo.
Pero poco, porque
está comprobado:
los ricos no dejan
casi nada.
Jenny
Ha traído al mundo tres churumbeles destinados
a suplirla en la caja del supermercado donde curra,
a emplearse en la ayuda a domicilio que necesitarán
algún día tantos de nuestros mayores,
en un call center en el que dejarse la paciencia
a cambio de unas migajas de la multinacional telefónica
de turno.
Ay, Jenny, lo que te deben,
lo que te debemos.
Así las cosas
Conviene que te lleves bien con ellos,
aunque no sean de tu clase,
porque esas criaturas que ves ahora tan
impecablemente vestidas con el uniforme
de colegio privado
no tardando
serán los jueces que te juzguen,
los cirujanos que te operen,
quienes decidan si darte o no el crédito que ellos tienen
asegurado en condiciones ventajosas y con los que no
coincidirás haciendo unos hoyos en el campo de golf
LOS EXENTOS. El s¡Gno dE loS tiempos.
LA ULTIMA CANANA DE PANCHO VILLA
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