para mi
hermano Daniel Macías
Teje la araña, oculta en su propio
telar,
mientras intenta escapar de su propia
red, agrandándola,
porque es imposible salir de la
corriente infinita y despierta.
Teje la araña y por más que teje
está siempre la araña
en el centro de la urdimbre
y todo lo que ve a su alrededor no es
más que tejido de su labor,
producción de eternidad sin base ni
propósito ni volumen,
simétrica, inextricable en sus aparentes
correspondencias,
en la diversidad de sus composiciones,
su futilidad y su persistencia.
Teje la araña y brilla la malla donde
baila todo lo vivo,
enredando a todos los seres en la
urdimbre luminosa
que llamamos mente despierta, guirnalda
de sueños,
flujo de consciencia, alegre
transcendencia, gran visión,
mudable belleza de lo constante.
Teje la araña, artesana del caos, lo
dependiente,
lo interdependiente y la totalidad
como fruto de su labor y pensamiento.
Antonio Orihuela. Salirse de la fila. Ed. Amargord, 2015
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