Una vez me ayudó un desconocido, un
taxista en Japón, para no perder mi vuelo de regreso. Yo tenía 20 años, era
estudiante, perdí el último autobús al aeropuerto y no podía pagar un taxi,
mucho menos otro boleto de avión, y él me dijo que me llevaba gratis (unos 300
dólares, nadie se va en taxi en Japón al aeropuerto, todo el mundo va en
autobús) dijo que si su hija o hijo estuvieran en el extranjero a él le
gustaría pensar que alguien de igual forma los ayudaría. Siempre que lo
recuerdo me conmueve, y le doy gracias a él y a Japón.
Cristina Rascón. En: Un minuto de ternura. Selección y edición de Uberto Stabile. Ed. Baile del Sol. 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario