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viernes, 22 de abril de 2022

LOS CUADERNOS DEL TIO PRUDENCIO de ELADIO ORTA (III)

 



V

 

 

 

                                                           Tercera reunión negociadora

 

 

          —Nosotros hemos firmado el escrito. Ahora depende de un tercero, depende de la Junta de Andalucía. Imagínate que la luz eléctrica tarda en venir un año. ¡Un año que está parado el campo de golf por vuestra culpa! Un poco de conciencia... Imagínate que, después de que tengáis la luz eléctrica, os negáis a negociar.

         La luz eléctrica es un chicle que se alarga en las manos de un niño travieso, un susto cabrón que desde hace doce años nos está dando sufrimientos por vuestra culpa. ¿Y ahora queréis que olvidemos el pasado y que os demos un abrazo de hermanos? Mira, Guerrerito, tus intereses son los de ganar 10 kilos de billetes verdes al año, los nuestros son: primero, tener luz eléctrica en nuestras casas; segundo, vivir en paz en la Isla sin perros pestosos como ustedes, asesinos de ecosistemas...

          Me quedo con la soledad del vencido, con el orgullo de que ningún hijo de puta me va a enterrar en vida. Para mí el dinero no significa nada. Significa lo mínimo, comer, vestir, comprar libros... Los millones que me ofrecéis para asesinar mis ideales me saben a mierda burguesa...

          —Pero, según nuestros datos te pudres en vida, vegetas entre retamas y arena. ¿Para qué has estudiado? ¿De qué te sirven tus conocimientos? ¿A qué aspiras en la vida, oliendo a estiércol de cabra y meando entre las retamas? ¿No gozas de la vida? Creo sinceramente que te escondes de la realidad...

          Archiváis demasiados datos, manejáis buenas informaciones. Pero soy parte del pájaro que muere en las marismas a causa de vuestros excesos urbanísticos. Soy parte de los peces que enferman de tuberculosis a causa de los residuos vertidos en el mar. Soy parte del marisco asfixiado por vuestro progreso y maldito modernismo barato. Soy parte connatural de la arena que abraza mis zapatos al caminar. Soy parte del aire que respira la vaca en el parto. Soy parte del agua que recorre las venas de la Isla...

          —No entiendo tu postura. Mis planteamientos se pierden entre la maraña de tus ideales. Si no hay negociación, llegaremos a unos límites desagradables y eso es lo que quiero intentar que no suceda. No deseamos convertir el proyecto turístico de Isla Canela en una batalla campal.

          —Os vamos a hacer mear sangre —está pensando Prudencio debajo de esa sonrisa socarrona y sarcástica—. Os tenemos que ver como a don Carmelo, mandamás de la segunda Compañía (Pista y Obra) en la última etapa de su debacle. Daba penita verlo, con el despotismo y la arrogancia de los primeros días, cuando aún se sentía amo y señor de la Isla y todo eran órdenes y respuestas. Y con esos harapientos pastores no tenemos ni para media hora. Y ahora, con los trabajadores del registro de la propiedad de Ayamonte, mirándose unos a otros y sin dar crédito a lo que veían sus ojos. Todo un magnate (mangante) junto a sus trapos sucios y a más de ochocientos kilómetros de su casa... ¡Y cómo lloraba el santo señor al no ver cumplidos sus deseos y no poder coger el látigo en las manos y sacudir a los campesinos! La segunda Compañía destroza ecosistemas se había ido al garete...

 

  Eladio Orta. Los cuadernos del tío Prudencio. Wanceulen Ed. 2021

 

2 comentarios:

  1. Rotundo y muy bello. Con un tipo de transgresión colindante con la invectiva como el único camino posible para alcanzar al menos la justicia poética. Porque creo que Eladio Orta, como tú y por encima de cualquier otra cosa, es poeta.

    Chiloé

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  2. Esa no nos la podrán quitar nunca... Eladio es el espejo donde a todos nos da verguenza mirarnos, no me puedo comparar con él ni de lejos...

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