Mientras
la luna danza entre las nubes
y
congela con su luz
las
estrellas en el cielo,
un
avión de doble hélice
cruza
por la tibia luz de tus ojos
jadeantes,
tú me miras,
dices
que ves una fuente de color verde
manando
tras de mí,
yo
te miro
y
enciendo un cigarro plateado
que
centellea tembloroso
en
el reflejo de tus ojos.
Volvamos
a entrar en el bosque, te digo,
no
dejes miguitas de pan por el camino,
esta
noche quiero perderme del todo
contigo.
Antonio Orihuela. Campo Unificado. Ed. Olifante, 2019
Quienes no se pierden no se encuentran. ¡Al bosque!
ResponderEliminarAl bosque, al bosque!!
ResponderEliminarAsí es amigo, a perdernos en el bosque y que nos rescate la luna. Abrazos poeta!!!
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