AMOR O MUERTE
No hay palabras estériles.
Hay plumas que matan,
firman sentencias,
vociferan consignas,
hablan de paz
pero guardan pistolas en la mente
y bajo la almohada.
También hay plumas
que aman,
escriben versos en la noche,
acarician la vida
como brisa de mayo
unos cabellos de muchacha;
piensan en paz,
viven en paz,
y luego
en nombre de esa paz
otros los matan.
No hay palabras estériles.
TIEMPO DE ESCARCHA
Las aceras dormitan vagabundos,
cuyo único sueño es que hoy
no sea añorar el pasado
y un día los esquejes,
ocultos por la nieve,
florezcan.
No es fácil descubrir
la llama del amor
ante sus ojos.
-
REGRESO
Murieron las farolas
en la ciudad de la alegría,
corren latidos por las calles,
duermen cristales en la acera.
Un sonido estridente
se apodera del aire,
rutina de adoquines
amasa telarañas en la mente
y en el abrazo, el hambre de volver.
-
LATIDOS
Los torpes pasos del silencio,
la sangre que navega calles,
el intenso olor de la hoguera.
Un perfume de siglos,
latido en las aceras,
dedos como sarmientos.
El chasquear de látigos,
gemidos de calor,
enjambres
desnudos
de polen.
El opaco sabor de los relojes,
los nombres expoliados de la tierra.
Nada me aleja de la vida.
Visto desde lo alto,
parece ser el mundo
un puzle con sus piezas encajadas,
un prisma con teselas de cristal.
No hay muros, ni fronteras,
la gente, son hormigas,
que acuden a su campo cotidiano
sin más afán que la costumbre.
Pero cuando te acercas,
descubres los contrastes:
un mendigo harapiento
cubierto de periódicos;
pulcros ejecutivos trajeados
consultan su portátil,
y el tranvía conquista las aceras,
cuajado de viajeros.
A poco que caminas,
adviertes adoquines levantados
o miradas perdidas en la calle.
Nadie parece amar a nadie,
y la vida trascurre
con su monotonía:
lluvia tras los cristales.
***
Todo se ha dicho:
el silencio, los gestos, las palabras.
Aún el pan está por amasar,
el amor, la paz, los caminos…
Cuando dejen de alzarse las espadas
sobre nuestras cabezas
y las manos encuentren otros brazos
para forjar cimientos,
entonces se revelará
el principio de la creación del mundo.
Ricardo Fernández Moyano. Nieve roja al amanecer. Ed. Amargord, 2022
(En un ambiente tan plagado de narcisos y egos, vosotros siempre proponéis respirar de otra manera).
ResponderEliminarhttps://www.cartv.es/aragonradio/radio?play=podcast/125077
Gracias por tu hermoso comentario!!
ResponderEliminarGracias, sí. Pero a la intensa vida que fluye por aquí.
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