Llevaba años rumiando esta película austrohúngara, él, que venía
de la División Azul y que se autodefinía como un anarquista burgués,
algo que había aprendido de su quinto Fernán Gómez. Llevaba años intentando
mostrar lo que sabía del tema. El cómo se desangró aquella España, con su
alegría de matanza y chacinas de paseíllo. Berlanga sabía que Las bicicletas
son para el verano porque lo había escrito su amigo Fernando y lo había
rodado Jaime Chávarri.
La Vaquilla fue la película más cara
del cine español hasta ese momento. Luego la producción se disparó hacia otros torrentes.
Se utilizaron más de 500 extras, y puso la población de SOS del Rey Católico en
el mapa y hasta los Reyes de ahora lo visitaron en su luna de miel, (por la
toponimia más que por el cine, creo yo).
Berlanga es nuestro
Billy Wilder. Una pena que Trueba no dijera con Berlanga lo que dijo cuando le
dieron su Hollywood. Tampoco lo dijo Garci, pero a José Luis se le perdona todo
por beneficiarse a la Cuervo con 25 años de extras y por haberme metido el
gusanillo con Qué grande es el cine.
Garci ha escrito libros
desde la víscera entusiasta como Morir de cine, Insert Coin, o Noir.
Por el resto, y más ahora que El País dice que defrauda las taquillas,
se va pareciendo a Boadella, al que no se le perdona nada por casi lo mismo.
Los planos secuencia de
Berlanga tienen más carácter que los de Wilder porque no se ve a Hollywood
detrás, sino una caterva descerebrada con voces de martillo y comportamiento de
chirigota.
Berlanga es el cirujano
de la glotis. Quien más sabía del chascarrillo nacional. Cuando dirigía el
Instituto de la cosa en Madrid, examinaba preguntando por los bares de la Gran
Vía. “Alguien que no se fija en lo que hay en la calle no puede hacer buen
cine”, decía con razón. El despacho lo tenía en Pasapoga y por eso
Franco le llamaba “mal español”.
Luego está Rafael Azcona
que es el Berlanga literario. Alguien que venía de La Codorniz, de Gila
y del extranjero, para alumbrar mejor nuestras miserias como hacía el francés
de Buñuel antes de hacerse mejicano. Azcona suena a barrio pijo, a skyline de
viudas y pubs donde arrimaban la cebolleta los quintos a divorciadas con
furor uterino. Garitos donde palurdos besaban con asco las arrugas en flor,
cuyos maridos andaban de negocios en las islas Secretaria.
Azcona tenía un Porsche
y un chalet en Somosierra, pero se puede hablar de la luna (y conocerla
mejor que Amstrong) teniendo los pies en la tierra. Por eso firma El Pisito y
El Cochecito porque el diminutivo siempre esconde un ansia mayúscula,
que de eso sabemos mucho los extremeñinos.
Berlanga con La
Vaquilla se sale. Me pregunto qué habría dicho Lara padre con esta guerra
de merendero si no quiso editar El adúltero y dios porque desvirtuaba La
Cruzada con escarceos etílicos condecorados. También el fundador de Planeta
era divisionario y por eso plantaba cipreses en la editorial que era la
forma de regar el cementerio franquista. Luego fue abriendo la mano a Lera, a
Sender y hasta le compró las memorias a la hija de Stalin para forrarse, pero
al final, si querías editar algo importante tenías que irte a París, donde nace
Ruedo Ibérico.
En aquella editorial, ya
catalinazada, se editó un libro fundamental para nuestra tierra: Extremadura
saqueada.
En este país nunca ha
habido educación, por lo que nunca se ha creado escuela. Aquí nadie ha seguido
a nadie ni ha habido influencias. Aquí la genialidad ha sido fortuita, como
cuando cae el gordo en Alpedrete. Desde Goya hasta Berlanga, pasando por Valle,
Buñuel o Machado. Lo de Larra fue un tiro mal tirado, porque antes de pegártelo
hay que pegárselo a alguien. Berlanga vivisecciona la balasera con la metáfora
de la vaca. España paso del hambre a la hambruna. Del corzo al cerco. De la
vilorta a la bellota sin romper las alambradas. Del feudo al PER sin
acabar con los Duques al Alba.
La Vaquilla es el chiste, la
fotografía de una España que se desangra en tauromaquias, en recortes de
media asta, hasta que el pitón salta por los cerros del Partenón que es
la Úbeda de Grecia. Berlazcona hace una película llena de calles que
rezuman un verde solanesco: la puta, el marqués, el cura, el rojo, el cacique y
el jornalero, haciendo la competencia al tonto del pueblo que sólo quiere
follar antes que nadie.
Acaba la cosa diciendo:
“Cuidado conmigo mi teniente, ¡cuidado conmigo!... Hemos corrido un encierro,
nos hemos tragado una misa, hemos llevado una Virgen, hemos cargado con un
marqués, ¡usted ha afeitado a un fascista!... a mí me han pegado una cornada,
éste se ha cagado, a éste lo han vestido de sacristán, y a éste le han puesto
los cuernos, y todo por la jodida vaca...¡que le den mucho por el saco a la
vaca! Yo me voy a comer…”. Lo que pasa es que La Vaquilla al final se la
comen los buitres que Berlanga dijo “simbolizaba a la Iglesia”, pero a mí el ojo/pico
de los buitres me recuerdan al traje/peluco de los banqueros. El vuelo del
capital sobre la rapiña del lumpen, que diría Marx.
Jonás Sánchez Pedrero. Trilogía 59. Ed. Ediciones del Ambroz, 2021.
Pero el Dr. Itua, practicante tradicional de hierbas en África, ha curado el VIH/cáncer que se extrae de algunas hierbas raras. Existe un gran potencial para curar el SIDA y el cáncer al 100% sin dejar residuos. La medicina herbal del Dr. Itua ya ha revisado varios blogs sobre cómo usa sus poderosas hierbas para curar todo tipo de dolencias como. Herpes, VIH, enfermedad de Cushing, insuficiencia cardíaca, esclerosis múltiple, hipertensión, cáncer colorrectal, diabetes, hepatitis, VPH, erección débil enfermedad de Lyme, cáncer de sangre, enfermedad de Alzheimer, cáncer de cerebro, cáncer de mama, cáncer de pulmón, VIH_cáncer de riñón, herpes, EPOC, glaucoma, cataratas, degeneración macular, enfermedad cardiovascular, enfermedad pulmonar, agrandamiento de la próstata, osteoporosis, enfermedad de Alzheimer,
ResponderEliminarDemencia, removedor de verrugas, herpes labial, epilepsia, también su refuerzo inmunológico a base de hierbas. Digo esto porque él está usando su medicina a base de hierbas para curarme de la hepatitis B y el VIH con los que he estado viviendo durante 9 meses sin efectos secundarios. La medicina herbal es igual de buena cuando la bebo, aunque tengo que usar el baño después de beberla, lo cual realmente no me importa porque solo quiero sacar el virus de mi cuerpo, recomendaría al Dr. Itua a cualquiera. que está enfermo aquí para contactar al Dr. Itua con la siguiente información.
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Es posible que tarde en responder porque siempre está ocupado con las patentes, pero seguramente se pondrá en contacto con usted con una respuesta positiva.