-Es
curioso, no reconocía tu voz.
-Yo
tampoco reconocía tu voz.
Eugène
Ionesco. Rinoceronte.
con Chet
Baker
Ahora que todas se parecen a ti
he olvidado cómo eras.
Las fotos que veo no te hacen justicia,
es como si las imágenes
se hubieran cansado
de verte en esas poses disparatadas,
con cara de haber descubierto la electricidad,
cuando solo ocurre que has tenido otro hijo
de esos que se niegan a emanciparse
y tendrás que cobijar y alimentar,
pareces una copia mala de Maya Deren
a la que le hubiera dado el alto la Guardia Civil,
corriendo por la playa en el declinar de la luz
en lo que también fue el declinar de tu amor.
Miro tus fotos y no sé qué veo,
tal vez una perra con pintalabios
instalada plácidamente en el sofá del salón
que acaricia plácidamente a su gato,
feliz porque ha limpiado el plato
y mira con ojos bovinos la televisión
mientras le susurra
mañana, mañana...
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