Mis compañeros muertos
tienden foques y escandalosas
para que coja en viento
el edificio que habitamos.
Visten todo de negro
botas, corpiños, coletos, pañuelos,
como corresponde a los muertos.
Velas blancas
jarcias negras
masteleros negros.
Una mujer pasea un perro más grande que ella.
Discuten como amantes
y me pregunto
si cuando están en la cama
ella se pone ligueros
o él prefiere verla disfrazada de perro.
Personalmente, si fuera perro,
pienso mientras la veo desde la ventana,
la preferiría con corpiño y ligueros,
botas negras,
medias negras,
como los compañeros
que suben por los obenques.
My Sharona suena dentro
donde la asamblea
decide el rumbo
que habrá de seguir nuestra casa.
Mientras vamos a la nevera
interrogo a Adorno
sobre el amor
Isaac Alonso Araque. Pastos de invierno. Huerga & Fierro, 2020
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