SOBRE LA SUPERFICIE
Nueces, avellanas, papeles, un vaso de café.
La luz dando forma al espacio.
Es como si las cosas se hubieran ido de ti o tú de las cosas
y la belleza se mantuviera exacta, sobre la superficie,
esperando ser vista, formando parte de esa capa de polvo
que hace más hermosas las botellas, el vidrio, los armarios.
Todo habla en silencio, lentamente,
y a veces, sólo a veces,
nos detenemos y escuchamos.
TODO PERFECTO
El chico que cambió la rueda del coche no quiso darme la mano
por no mancharme. Ahora camino, atravesando la Plaza Mayor.
Miles de pisos, apartamentos, buhardillas en venta, hasta que
todo esto haga crack. Los borrachos empiezan a amontonar
cartones, porque cae la noche y hay que estar cómodo, construir
un cubículo perfecto. No hace frío, pero una buena caja siempre
se agradece. El chico del taller me sonreía, manipulando una
máquina que sacaba la cubierta como si fuera un calzador
de zapatos. Era de algún lugar del norte de África, moreno,
educado. Todo perfecto. Rápido. Sucio. Un polígono industrial y
la lluvia intermitente. Según la radio aumentarán las guarderías
y los radares. Pero ahora es el momento en que subes comida
china en esta bolsa de papel, a un sexto piso sin ascensor. Cómo sólo respirarte es iniciar la vida.
Esther Muntañola. Flores que esperan el frío. Ed. Trea. 2012
Gracias, Antonio, es una alegría que hayas querido que estos poemas anden por aquí!
ResponderEliminarUn abrazo,
Esther