Después
de
estos altibajos
que
a veces me sacuden,
de este gran oleaje
que
a veces quiere inundarme,
yo,
me agarro al pomo de la puerta
como
si fuera una extraña.
Y
ahí me quedo, quieta, esperando.
Igual
que el que espera en el mar
un salvavidas para no ahogarse.
Somos
sequía
dentro
de esta gran tormenta.
Vendaval
en
este apasionado oasis.
Somos
frío
en
este tórrido verano.
Incógnita
en
cada madrugada.
Seremos
olvido
en
este despistado mundo.
Y
que va a pasar ahora
con
este cuerpo metido ya en los sesenta
que
todavía quiere que le miren,
que
todavía quiere que le toquen.
Qué
pasará
con
estas ansias de amor,
con
este corazón tan vacío,
con
estas alas que están sin estrenar.
Qué
pasará
con
estos ojos, con estas manos,
con
este sexo
que
estaban ya tan acostumbrados.
Qué
pasará
cuando
en el frío de las noches
no
quede cuerpo al que abrigar,
ni
cama para compartir,
cuando
todo lo vivido
sea
solo un triste recuerdo.
Que
pasará
con
esta poesía
que se queda huérfana.
Felicidad González Cantón
(Poemas
que se incluirán en mi próximo poemario "Vuelve querida loca"
por
la editorial "Los libros del Mississippi")
Gracias...
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