Nunca hay, Ángel,
dos tiempos iguales
y,
a veces,
me parece
que hasta el tiempo
que dos comparten
es diferente
para cada uno.
Una tarde de domingo
nos sacaste una foto.
Aún estamos
mirándote los dos.
Antonio Orihuela. Esperar sentado. Ed. Ruleta Rusa, 2017
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